Se conocen las amenazas en contra del testigo en el caso Uribe vs Cepeda
Para la Corte Suprema de Justicia estaba claro que la vida del testigo Carlos Enrique Areiza corría grave peligro.
Para la Corte Suprema de Justicia hay algo claro: la vida del testigo Carlos Enrique Areiza corría grave peligro, hecho por el cual le había ordenado a la Fiscalía General y los diferentes organismos del Estado fortalecer sus medidas de protección y seguridad.
En su última declaración ante el alto tribunal, Areiza dio detalles claros sobre las amenazas que venía recibiendo. Debido a esto había sido reacio a rendir testimonio dentro de la investigación que se adelantaba contra el senador Iván Cepeda por presión a testigos contra el expresidente Álvaro Uribe y su hermano, Santiago.
En los videos publicados por la Revista Semana, Areiza asegura que en el año 2011 recibió una amenaza directa contra de su integridad personal luego de declarar en el Tribunal Superior de Medellín en un proceso por ‘parapolítica’ en el que señaló a los entonces congresistas Óscar Suárez Mira y Mario Uribe Escobar de tener vínculos con las AUC.
“Días después mi padre en Bello, Jorge Iván Areiza Céspedes, recibió unas personas: llegaron, tocaron y preguntaron por mí. Mi papá les dijo ‘él no está’. Le dijeron: ‘Sí, nosotros sabemos dónde se encuentra él pero hágame un favor y le dice a ese hijueputa que se calla o lo callamos con ustedes (sic)’”, precisó el testigo.
Después de eso, según narró, su padre de 70 años de edad falleció de un paro respiratorio. Las amenazas se expandieron a su mamá y a su esposa, quienes en repetidas oportunidades le manifestaron su temor frente a su proceso de colaborar con las autoridades dentro de las investigaciones que se adelantaban por vínculos entre la clase política de Antioquia y los ‘paras’.
Mientras se encontraba privado de su libertad, Areiza declaró en contra del exgobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos por su presunta participación en una reunión llevada a cabo en una finca de Bello en la que se firmó un pacto de apoyo con ‘Ernesto Báez’ para su campaña al Senado de la República en el año de 2005.
Sin embargo, en el desarrollo del juicio ante la Corte Suprema de Justicia el testigo se retractó de sus acusaciones, indicando que había sido presionado para declarar en contra de Ramos a cambio de beneficios judiciales y económicos para su familia. Fue así como firmó una carta en la que pedía perdón y señalaba al senador Iván Cepeda.
Por estos hechos, Areiza fue sentenciado por los delitos de falso testimonio y fraude procesal. Pero, poco después, Areiza reconoció que su retractación se había presentado por una nueva presión de la defensa del exmandatario departamental –entre los que se encontraban Luis Gustavo Moreno y Leonardo Pinilla- y las amenazas que habían recibido sus familiares más cercanos.
Las presiones, como las llamó en varios apartes de su intervención, lo llevaron a buscar gente cercana al exgobernador de Antioquia para manifestarle que ya quería salir de ese problema, puesto que la situación era delicada.
Estando en la cárcel de Itagüí, Areiza fue contactado por un abogado de nombre Juan Carlos, quien le dijo que se “manejara bien” y que “no declarara en contra de Uribe o los amigos de él, no se amargue más la vida”. En ese momento su nombre había sido catalogado como el de “testigo estrella” en el proceso contra Ramos.
Debido a esto se comunicó con una oficina de Pensamiento Colombia para comunicarse con José Obdulio Gaviria. “Hermano, paren ya está amenazadera si es que tienen que ver ustedes u otras personas, pero párenlo ya que mi familia se está afectando. Nunca me pude contactar con el señor José Obdulio Gaviria pero encargaron a una persona que me visitara que era el abogado Jaime Restrepo Restrepo”.
“Él me visitó en la cárcel, yo le dije ‘hermano, la verdad estoy atemorizado, estoy cagado del susto, yo no quiero más está persecución. ¿Qué tengo que hacer para que se pare todo esto? Él me dice que si ‘usted nos quiere dar una muestra de confianza, hermano, fírmenos las hojas y yo miro que hago con eso (…) Yo firmé dos hojas y otra es la que yo escribo”.
Ante las preguntas de la delegada de la Procuraduría General, Areiza asegura que no puede dar nombres y apellidos de las personas que están detrás de estas amenazas. Indicando que por pura “conjetura” asegura que estarían relacionadas con personas cercanas al Centro Democrático.
“Aquí todas las amenazas siempre han sido ‘no hable más, cállese, no se meta con esta gente’ (…) Mal diría yo en decir que fulano de tal me mandó a amenazar con fulano, las amenazas siempre han sido ‘o se calla hijueputa o lo picamos’, o deja de hablar de esta gente de Bello o de los políticos o lo matamos. Entonces uno no sabe de dónde vienen, uno sabe que debe ser de uno de eso políticos o si no de uno de la gente que los quiere”, precisó.
El pasado 22 de febrero Areiza recuperó su libertad. Durante días esperó que se le fortaleciera su seguridad, puesto que las amenazas en contra de su vida seguían. Finalmente, el pasado sábado fue interceptado por dos hombres mientras caminaba cerca al Concejo de Bello.
Recibió tres disparos que inmediatamente acabaron con su vida. La Corte Suprema de Justicia le pidió a la Fiscalía General celeridad para ubicar a los responsables de este asesinato, haciendo un llamado de atención por la falta en la protección.
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