La sociedad israelí está profundamente e incurablemente enferma de supremacismo, odio e inhumanidad.
La sociedad israelí está profundamente e incurablemente enferma de supremacismo, odio e inhumanidad.
Desde el 7 de octubre se ha extendido una práctica aberrante: durante bodas y otras celebraciones exhiben la fotografía de un bebé palestino quemado vivo, burlándose de él mientras apuñalan la imagen como símbolo de todos los niños palestinos a los que quieren quemar y matar.
Se hacen fotografías y vídeos de estos actos para compartirlos en redes sociales, convirtiendo el crimen y la crueldad en motivo de orgullo.
El ministro Itamar Ben Gvir ha sido uno de los promotores y legitimadores de esta siniestra tendencia.

Comentarios
Publicar un comentario